martes, 24 de febrero de 2015

SUCINTO RESUMEN DE LA ENEIDA V

LIBRO VII:
Lavinia
Comienza la segunda parte del poema, las guerras en el Lacio, y así nos lo indica el propio poeta con una segunda invocación a las Musas. Navega la flota troyana siguiendo las costas de Italia, y penetra en las aguas del Tíber, en cuya ribera desembarcan y establecen los troyanos su campamento. Eneas, al ver cumplido el vaticinio de Celeno, reconoce en estas tierras la patria que le tiene asignado el destino. Envía mensajeros al rey Latino, quien le acoge favorablemente y, en cumplimiento de antigua profecía, le ofrece en matrimonio a su hija Lavinia. Irritada de nuevo Juno, envía a la tierra a la furia Alecto, que ha de enfrentar a latinos y troyanos para impedir la boda; maniobras de Alecto con Amata, la esposa del rey Latino, y el propio Turno, rey de los rútulos, a quien ya Latino había prometido la mano de su hija, y que era el pretendiente favorito de la reina Amata. Ascanio mata en una cacería  un ciervo de la pastora Silvia, pastora del rey, y este incidente es la chispa que enciende la guerra entre ambos pueblos. Descripción de las tropas aliadas de Turno, entre las que destaca Camila, reina de los volscos.


LIBRO VIII:

Venus pide a Vulcano que forje las armas de Eneas
Turno busca ayuda entre todos los pueblos del Lacio. El dios del Tíber se aparece en sueños a Eneas y le advierte, tras infundirle ánimos, que debe buscar la alianza con Evandro, rey arcadio que tiempo atrás se había establecido con su pueblo en el monte Palatino, justo donde más tarde habrán de alzarse las murallas de la alta Roma. Parte Eneas en busca de Evandro y éste le recibe favorablemente. Cuenta el rey arcadio el origen de los sacrificios que están celebrando en honor de Hércules, conmemorando su victoria sobre Caco; recorren ambos reyes el futuro asiento de Roma. Venus, preocupada por las guerras que aguardan a su hijo, solicita el favor de Vulcano, quien ordena a sus Cíclopes que preparen para el héroe unas armas maravillosas. Por consejo de Evandro, que hace que su propio hijo Galante se aliste junto a Eneas, el héroe troyano parte en busca de las tropas tirrenas, en pie de guerra contra Mecencio, su antiguo rey, hoy aliado de Turno. Venus se aparece a Eneas y le entrega las armas; descripción minuciosa del escudo, en el que aparecen grabadas futuras hazañas de Roma.

miércoles, 18 de febrero de 2015

SUCINTO RESUMEN DE LA ENEIDA IV

LIBRO V:
Iris, la mensajera de los dioses. De su capa sale
el arco multicolor
Con tan funesto augurio, las naves son arrojadas de nuevo por una tempestad a las costas de Sicilia, sin poder alcanzar Italia. Les acoge amistosamente el rey Acestes, y celebra entonces Eneas sacrificios y juegos en el sepulcro de su padre. Comienzan con una competida regata; siguen carreras a pie, luchas con el cesto, pruebas de puntería con arco y terminan con unos ejercicios ecuestres en los que Ascanio dirige a los demás jóvenes troyanos. Las mujeres de Troya, preocupadas por su difícil situación y en vista de que no alcanzan el final del peligroso viaje, instigadas por Iris, mensajera de Juno, incendian la flota y consiguen destruir cuatro naves; Júpiter envía una lluvia milagrosa que impide la destrucción total. Anquises se aparece en sueños a su hijo y le aconseja que deje a parte de su gente en Sicilia y se dirija a Cumas, en Italia, donde debe conseguir la ayuda de la Sibila para bajar al Averno, a las moradas infernales de Dite. Obedece Eneas a su padre, y en el camino pierde a Palinuro, el piloto de su nave.


LIBRO VI:

Eneas y la Sibila de Cumas
Llega por fin Eneas a las costas de Italia, a Cumas. Se entrevista con la Sibila, escucha su oráculo y le pide que le acompañe a las mansiones infernales para ver a su padre. Recorren ambos los infiernos, luego que el héroe consigue la rama de oro que les franquea el paso. Encuentran la sombra de Palinuro, antes de cruzar la laguna Estigia en la barca de Caronte; llegan a las Llanuras del Llanto, donde encuentran a Dido y a la muchedumbre de los soldados troyanos muertos en la guerra. Descripción del Tártaro y sus suplicios. Llegan a los Campos Elíseos, donde, por fin, puede Eneas hablar con el fantasma de su padre. Anquises explica a su hijo el origen del mundo y los misterios de la vida en los infiernos; por último, le va describiendo las personas de los que luego han de ser héroes de la Roma que aguarda su hora; destaca aquí el elogio del joven Marcelo, sobrino y heredero de Augusto, muerto prematuramente. Animado al comprender la misión de Roma en la historia del mundo, abandona Eneas las moradas infernales por la puerta de marfil.

jueves, 12 de febrero de 2015

SUCINTO RESUMEN DE LA ENEIDA III

LIBRO IV:

Amores de Dido y Eneas
Es el famoso libro de los amores de Dido y Eneas. Comienza cuando Dido abre su corazón a Ana, su hermana del alma, y le expone su terrible dilema: se ha enamorado del héroe troyano, pero aún respeta la memoria de Siqueo, su primer marido ya muerto. Animada por las palabras de su hermana, que le reprocha el haber rechazado ya a otros pretendientes africanos, Dido rompe todos los lazos del pudor y se entrega a una ardiente pasión por Eneas. Juno y Venus, por razones bien distintas, acuerdan -las dos están fingiendo- propiciar la unión de Dido con Eneas y unir a los dos pueblos. Salen los héroes de cacería; protegidos en una cueva de una repentina tormenta, se  consuma su himeneo. Instigado por las súplicas de Yarbas, rey de los getulos a quien Dido había despreciado, Júpiter envía a Mercurio para que recuerde a Eneas el objetivo de su misión y le reproche su abandono. Prepara entonces en secreto la partida, pero Dido lo descubre e intenta convencerle de mil maneras para que se quede a su lado. Al no conseguirlo, la reina decide quitarse la vida y maldecir para siempre a Eneas y a su pueblo. Parten las naves troyanas mientras asoman por encima de las murallas las llamas de la pira de Dido.
Dido se suicida en la pira clavándose la espada de Eneas

SUCINTO RESUMEN DE LA ENEIDA II

LIBRO III:

Eneas, con los compañeros que han podido escapar a la catástrofe, prepara una flota y navega a las costas de Tracia. Comienza así un periplo que le lleva sucesivamente a la isla de Delos (para consultar el oráculo), a Creta, de donde deben partir precipitadamente a causa de la peste, y a las islas Estrófades (encuentro con Celeno y las demás Harpías; nueva profecía sobre su destino). Llegan a las costas de Epiro, donde encuentran a Andrómaca y Heleno; le anuncia éste su brillante porvenir y le advierte de los peligros que debe evitar en la navegación hacia Italia. Bordean las costas de Sicilia y, frente al Etna, encuentran al griego Aqueménides, superviviente de la expedición de Ulises, que les refiere la aventura con el Cíclope Polifemo. Evitan luego los escollos de Escila y Caribdis siguiendo los consejos de Heleno, y llegan al fin al puerto de Drépano, donde muere Anquises, el padre del héroe. Viene luego la tempestad que les ha arrojado a las playas de África, con lo que termina el relato de Eneas a la reina.
Periplo de Eneas



domingo, 8 de febrero de 2015

SUCINTO RESUMEN DE LA ENEIDA I

Argumento de La Eneida, de Virgilio

LIBRO I:
Encuentro de Dido y Eneas
Eneas relata sus aventuras a Dido
Las naves de los troyanos, que surcan el mar de Sicilia, son arrojadas a las costas africanas por una violenta tempestad que la rencorosa Juno les envía. Venus, quien poco antes había obtenido de Júpiter garantías sobre el futuro de su hijo, se aparece a Eneas como una cazadora, y le informa de que se encuentra en las tierras de la fenicia Dido, ahora reina de Cartago. Entra Eneas en esta ciudad con su amigo Acates, rodeados por una nube que les oculta, y pueden así contemplarla sin que nadie les vea. Asisten también al relato de Ilioneo, que se ha presentado ante la reina al frente de una embajada de troyanos, y Eneas envía a Acates en busca de Ascanio y da regalos para Dido, después de salir de la nube y mostrarse a la vista de todos. Venus, convenciendo a Cupido para que suplante al hijo de Eneas y tome su aspecto, logra que el corazón de la reina se inflame de amor. La reina ofrece un banquete a sus huéspedes y pide a Eneas que le cuente sus aventuras.

LIBRO II:
Eneas sale de Troya con su familia
El caballo de madera entra en Troya
Comienzan los recuerdos de Eneas, tal como se los cuenta a Dido en el banquete, y que se van a extender a lo largo de dos libros. En éste se cuenta la caída de Troya, luego que los griegos lograron introducir el caballo en la ciudad. Esa noche aciaga, y cuando ya el ejército griego había logrado su objetivo de entrar en Troya, se aparece a Eneas el fantasma de Héctor que le anuncia el desastre y le pide que escape y busque nuevas murallas para los dioses de la ciudad. Se describe el saqueo de la ciudad y la muerte de alguno de sus personajes más importantes y en especial la del rey Príamo. Eneas decide abandonar la patria para lo que ha de vencer, ayudado por señales del cielo, la resistencia de Anquises, su padre. Salen al fin, pero en el camino se pierde definitivamente  Creúsa, la esposa del héroe, quien se encamina a las montañas con su padre y Ascanio, su hijo.




martes, 3 de febrero de 2015

NOCIONES DE MÉTRICA LATINA VIII

VERSOS LÍRICOS: ESTROFAS MÁS IMPORTANTES:

 (Los contenidos de esta última entrada sobre Métrica Latina, al igual que los de la anterior entrada, no se exigen a los alumnos para la PAEG, pero ayudan a completar el apartado)

Se llaman líricos a una serie de versos que se emplean casi únicamente en poesía lírica. También se habla, para los mismos versos, de métrica “eolia” porque los usaron Alceo y Safo, y métrica “coriámbica” por ser el coriambo su pie fundamental.
     Las características de estos versos son:
·     Número fijo de sílabas, por lo que su métrica no es sólo cuantitativa, sino silábico cuantitativa. Sus esquemas son, en consecuencia, también fijos: no hay resolución de una larga en dos breves, (habría una más) ni sustitución de dos breves por una larga (habría una sílaba menos).
·         El coriambo  como pie fundamental: ˉ ˘ ˘ ˉ  (coriambo = coreo o troqueo + yambo).
·      La posibilidad de que preceda al coriambo un par de sílabas, de cantidad indiferente. Esta parte inicial se llama base.
·         Se agrupan habitualmente en estrofas de cuatro versos.

Principales versos líricos:

a)    Sin base: el adónico: ˉ ˘ ˘ ˉ / ˉ (coriambo hipercataléctico, con la misma estructura que los dos últimos pies del hexámetro).
b)      Con base simple: (Indicamos la cantidad indiferente de la base mediante X).   
·         Ferecracio: XX / ˉ ˘ ˘ ˉ / ˉ (base + coriambo hipercataléctico).
·         Glicónico: XX / ˉ ˘ ˘ ˉ / ˘ ˉ (base + coriambo + yambo).
·         Asclepiadeo: XX / ˉ ˘ ˘ ˉ / ˉ ˘ ˘ ˉ / ˘ ˉ (base + dos coriambos + yambo).
c)      Con doble base: El endecasílabo sáfico: XXXX ˉ ˘ ˘ ˉ / ˘ ˉ ˉ (doble base + coriambo + monómetro yámbico cataléctico).
d)     Versos alcaicos. Tienen una estructura special, que no encaja bien en los esquemas anteriores. Son tres.
·          Endecasílabo alcaico: ˉ ˉ ˘ ˉ ˉ // ˉ ˘ ˘ ˉ ˘ ˉ Se divide en dos partes por una diéresis: la primera parte es un monómetro yámbico hipercataléctico; la segunda se compone de coriambo + yambo.
·       Decasílabo alcaico: ˉ ˘ ˘ ˉ ˘ ˘ ˉ ˘ ˉ ˉ . Aunque puede aislarse un coriambo inicial, la estructura es la de dos dáctilos + dos troqueos.
·       Eneasílabo alcaico: ˉ ˉ ˘ ˉ ˉ ˉ ˘ ˉ ˉ. Es un dímetro yámbico hipercataléctico, es el único de los versos líricos sin coriambo.
     Aunque las sílabas de la base son de cantidad indiferente en la lírica griega y en Catulo, imitador de los griegos en esta libertad, en Horacio, sin embargo, que sirvió de modelo a la lírica latina posterior a él, la base simple consta siempre de dos sílabas largas, y la base doble adquiere la estructura fija de ˉ ˘ ˉ ˉ .

Las estrofas líricas  más importantes son:
1.      Estrofa sáfica: Consta de tres endecasílabos sáficos seguidos de un adónico:

Integer uitae scelerisque purus

Non eget Mauris iaculis neque arcu

Nec uenenatis grauida sagittis,

Fusce, pharetra.
                                                                       (Hor., Carm., I, 22, 1-4.)

2.      Estrofa alcaica: Consta de dos alcaicos endecasílabos + un eneasílabo + un decasílabo:     

Odi profanum // uulgus et arceo;

Fauete linguis : //carmina non prius

Audita Musarum sacerdos

Uirginibus puerisque canto.
                                                         (Hor., Car., III, 1, 1-4.)

3.      Estrofas asclepiadeas: Son fundamentalmente dos:

A)    Consta de tres asclepiadeos + un glicónico:

Heu, heu, quantus equis, quantus adest uiris

Sudor ! quanta moues funera Dardanae

Genti ! iam galeam Pallas et aegida

Currusque et rabviem parat.
                                                (Hor., Carm., I, 15, 9-12.)

B)    Consta de dos asclepiadeos + un ferecracio + un glicónico:

O fons Bandusiae splendidior uitro,

Dulci digne mero non sine floribus,

Cras donaberis haedo,

Cui frons turgida cornibus.

                                                (Hot., Car., III. 13, 1- 4.)

A continuación os dejo algunos enlaces relacionadoscon la lírica latina:

NOCIONES DE MÉTRICA LATINA VII

EL RITMO YÁMBICO

(Los contenidos expuestos en esta entrada no se exigen para la PAEG, pero consideramos adecuado hacer una breve mención a ellos para completar el apartado de Métrica latina.)

Debemos tener en cuenta lo siguiente:
1.      En los poetas latinos que siguen en la métrica los moldes griegos, como Catulo y Horacio, el verso yámbico mantiene,  en los lugares pares, yambos puros (˘ ˉ), o tríbracos (˘ ˘ ˘), con resolución de la larga en dos breves, cosa que no altera el número de moras. Los pies impares, en cambio, pueden ser condensados, es decir, aparecer una larga “irracional”. Tanto la larga propia del yambo, como la irracional, pueden resolverse en dos breves, por lo que en estos lugares impares pueden teóricamente aparecer un espondeo ( ˉ ˉ ) , un dáctilo ( ˉ ˘ ˘ ), un anapesto ( ˘ ˘ ˉ ), o un proceleusmático ( ˘ ˘ ˘ ˘ ), además de un yambo puro o un tríbraco, pues no es obligatorio el pie condensado. En época clásica, el pie condensado es habitualmente un espondeo; con menos frecuencia, un dáctilo o anapesto; y muy raramente un proceleusmático. Recordemos que es en esta versificación “a la griega” donde debe hablarse de dímetros, trímetros y tetrámetros.
2.      En los poetas latinos que no siguen los moldes griegos, como Plauto o Fedro, todos los pies, menos el último, pueden ser condensados; en todos pueden aparecer las sustituciones antedichas. En esta versificación “a la latina” es el pie la unidad métrica, por lo que debe hablarse de cuaternarios, senarios y octonarios.

Los versos yámbicos usuales son:
·         El dímetro, que consta de cuatro yambos  (dos metros): sōlū / tŭs ōm / nī fae / nŏrē.
No suele usarse en latín nada más que en combinación con otros versos, sobre todo con el trímetro, con el que forma el llamado “dístico epódico”, el que utiliza Horacio en sus diez primeros Épodos. Pero alcanzará  un gran desarrollo en la lírica cristiana, como verso de los himnos de San Hilario, San Ambrosio y muchos de los de Prudencio.
·    El trímetro y el senario, que constan de seis yambos. Horacio usa, como hemos dicho, la combinación trímetro  + dímetro:
                 
            Bĕā / tŭs īl / lĕ // quī / prŏcūl / nĕgō / tĭīs,
              ut  pris / ca gens / morta / lium
Tiene cesura pentemímera, o, en su defecto, heptemímera.
Se usa también el trímetro en series seguidas: por ejemplo, Horacio Épodo      XVII, o Catulo, 4 y 29.
Se usa como senario, en las partes dialogadas del teatro y en las fábulas de Fedro:
 
Ego te /non no/ ui, // cum hoc / quem no / ui fa / bulor  ( Plauto, Men., 324).
Ad ri/ uum eun / dem // lupus / et ag/ nus ue / nerant  (Fedro, Fábulas, I, 1,1.)

Es uno de los principales esquemas de la versificación latina. Se usa en todas las épocas y dará el endecasílabo de las lenguas románicas.  

·     El Trímetro escazonte. Es una modalidad del trímetro que consiste en presentar invertida la estructura métrica del último pie: en lugar  de ser un yambo puro  (como lo es en el trímetro normal y en el senario), es un troqueo ( ˉ ˘ ). A cambio tiene un yambo puro en el 5º pie. Se llama también coliambo o hiponacteo y es muy usado por Catulo y por Marcial:
        
         Miser / Catuli / kem // de / sinas, / inep / tire   (Catulo, 8,1.)
        Numquam, / Fabul / le, // ne / quior / fuit / clauis  (Marcial, V, 35, 8.)

·        El Tetrámetro, octonario y septenario. Se usa sobre todo en la modalidad a la latina, como octonario, y presenta una variante: el octonario cataléctico, que suele llamarse septenario, por sus siete pies enteros. Tanto el octonario como el septenario se usan sobre todo en el teatro y suelen llevar una diéresis que los divide en dos partes iguales (4+4 pies), o bien una cesura después del noveno semipié:
         Octonario: qui me al / ter est / auda / cior // homo aut / qui con / fiden /tior
                                                                                (Plauto, Amph. 153)
         Septenario: pol hau / peri / clum est car / dines // ne fori / bus ec / fringan / tur
                                                                              ( Plauto, Asin. 388.)

EL RITMO TROCAICO

También en este ritmo existe versificación a la griega y a la latina. En la primera también alternan los pies puros con los pies potestativamente condensados, pero, al revés de lo que sucedía en el ritmo yámbico, en el trocaico son los pies impares los troqueos puros (o tríbracos), y los pares los que pueden ser condensados, con las mismas sustituciones ya enunciadas.
     Se usa menos en latín el verso trocaico que el yámbico. Destacamos el octonario trocaico, usado en el teatro, con diéresis que lo divide, como al yámbico, en dos hemistiquios:
    Quid face / res, si / reppe / rissem? // Non  po / tes pro / basse / nugas (Plauto, Aul. 828)
     Más importante es la variante cataléptica del octonario, llamada, como su correlato yámbico,  septenario trocaico, muy usado en teatro; su séptimo pie, último pie completo, es puro ( ˉ ˘  o ˘ ˘ ˘ ), y tiene igualmente diéresis entre el 4º y 5º pie:

Sequimi / ni, ut, quod / impe / ratum est, //ueniam ad / uorsum / tempe / ri   ( Plauto, Men., 445)
     El septenaro trocaico un verso propio de la versificación popular, usado por ejemplo, por los soldados que celebraban el triunfo de César en las Galias:

              Ecce / Caesar / nunc tri /umphat // qui su / begit / Galli / as.
En este caso se trata de un tetrámetro trocaico cataléctico, con versificación a la griega.

Es el verso que ha dado lugar al octosílabo, saliendo de cada tetrámetro dos octosílabos.

A continuación os dejo algún enlace relacionado con los contenidos tratados anteriormente: